En nuestras experiencias que, como líderes de grupos pequeños hemos tenido en el ministerio, hemos aprendido que el pastoreado es vital en el todo que es Misión Enlace. Esto se debe no solamente a sus implicaciones prácticas, tales como; las reuniones semanales, compartir y enseñar la palabra de Dios y crear tiempos de adoración, etc., sino que también por la verdad teológica y profética encontradas en las escrituras.

“y os daré pastores según mi corazón, que os apacienten con ciencia y con inteligencia.” Jeremías 3:15

“El pastoreado se trata principalmente del cuidado y desarrollo de las vidas que Dios pone en nuestras manos.”

Un enlace, o grupo pequeños, exitoso conlleva más que una función ministerial o una oportunidad para quedar bien delante de los demás. Somos líderes de enlace porque amamos lo que Dios ama. Cuando nos enfocamos en títulos, posiciones y lo que “yo le puedo sacar”, corres el peligro de que el enlace se convierta en una carga que puede afectar tu relación con Dios, puede estancarte espiritualmente y se refleja en el enlace. Eso es peligroso ya que cada acción, que para nosotros puede ser insignificante, para los jóvenes que lideramos es grande y lo imitan. Por ejemplo: lo primero que haces cuando llegas a la iglesia y la actitud que asumes en la adoración y durante el tiempo de palabra son comportamientos que impactan grandemente la manera en que ellos participan dentro de la iglesia.

“Es importante que como líderes creemos un estándar claro y seamos íntegros en todo momento; de esa manera podemos reflejar lo que es la pureza y la integridad.”

¿Qué mejor ejemplo tenemos de pureza e integridad en un líder que Jesús mismo?

“Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo”. 1 Corintios 11:1 RVR1960

Jesús era una figura sólida de liderazgo y pastoreado. No solo enseñaba, hacía milagros y compartía palabra, sino que Él estuvo activo en la vida de sus discípulos. Jesús iba a actividades, pescaba y comía con ellos. No se limitaba a ser una figura de autoridad sino que, también era un amigo. Dios pudo simplemente enviar los mandamientos y exigir que los cumpliéramos, sin embargo, Él decidió descender a la tierra y modelar cómo es el hombre en perfecta comunión con Dios. Jesús nos enseña que la manera de ser un líder efectivo es siendo genuino con nuestros discípulos y trabajando a su lado, no mandando desde lejos.

“Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas…” 1 Pedro 2:21 RVR1960

Al igual que Cristo fue un ejemplo para nosotros, nuestro trabajo es ser ejemplo para nuestros chicos y chicas al estar presentes en sus vidas hasta que puedan hacerlo con otras vidas. Un enlace en el que no hay crecimientoespiritual no es exitoso en su misión. Por lo tanto, es necesario desarrollar personas que pastoreen junto a ti el enlace. Esto lleva a la multiplicación y al propósito al cual fuimos llamados: “Id y haced discípulos”.

“Es importante poder pastorear y cuidar tanto el enlace, como sus individuos; así, podemos desarrollar líderes capacez de cuidar a otras personas y cumplir el propósito que Dios ha puesto en cada uno de ellos.”